Redes Limpias, Barcas Vacías

El alba reveló el rotundo fracaso de los pescadores, quienes dándose por vencidos, abandonaron sus barcas. Aunque rendidos de cansancio, era necesario limpiar su material de trabajo. Fueron a lavar sus redes llenas de algas y de residuos del lago. Solo un lapso de tiempo de ausencia fue suficiente para que un extraño se sentara en una de las barcas vacías y le pidiera a su dueño que la empujase al agua nuevamente. En el lago había tanta gente, de tal manera que se apretujaban entre sí. La incomodidad no mermaba en ellos el deseo de querer escuchar lo que tendría que decir aquel hombre.

A Jesús se le ocurrió pedirle a Simón que fueran a aguas profundas. La humildad de aquel pescador agotado le llevó a obedecerle. El colmo de cualquier pedido fue la tercera instrucción: “lanza la red”.

Hace algún tiempo conocí a una persona a la que cada vez que le sugería algo me respondía “eso lo hemos intentado pero no funciona”. Esa era la actitud de Simón Pedro. En otras palabras “nos damos por vencidos, no queremos esforzarnos más en ello”.

Habrán momentos que sientas como Simón. Tal ves llevas poniendo demasiado esfuerzo en arreglar algún comportamiento, tal vez tu matrimonio, o una circunstancia con tu familia, en tu trabajo, en tus proyectos, en el ministerio y ya estás cansado (a). Sólo te queda el ánimo de dejar la barca en la orilla y lavar las redes porque no hay nada más que hacer.

“—Maestro —respondió Simón—, hemos trabajado mucho durante toda la noche y no hemos pescado nada, pero si tú lo dices, echaré las redes nuevamente” Lucas 5.5 NTV

El poder de Dios sobrepasa todo conocimiento, aún el cansancio y hasta el mismo fracaso. El resultado de su obediencia: las redes se rompían de tan llena y milagrosa que fue aquella pesca. Simón cayó postrado al presenciar aquel milagro.

La presencia de Dios siempre pondrá al descubierto nuestro verdadero carácter, por ello Simón se postró. Tal vez pudiéramos decir “Señor usa a otro, búscate a otro, yo no estoy bien delante de tí, yo soy pecador, tengo demasiados defectos”. Dios no tenía pensado liberarse de Simón Pedro. Tenía grandes planes para usarlo. Así como tiene planes contigo para glorificarse.

Jesús dijo vengan a mí todos los que estén cansados y cargados que Yo les haré descansar.

El cansancio (cuando entiendes que no se puede en tus fuerzas, ni conocimientos), la barca vacía (tu vida presta para ser usada por Dios) y las redes limpias (aquellas herramientas que Dios ya te entregó) es todo lo que Dios necesita para glorificarse.

“…Ahora ve a las aguas más profundas y echa tus redes para pescar.” Lucas‬ ‭5:4‬ ‭NTV‬‬

Aixa Mariely

Foto Dave Herring