top of page

El día que no llegué

  • Foto del escritor: Aixa Mariely Rodriguez
    Aixa Mariely Rodriguez
  • 31 mar 2023
  • 6 Min. de lectura


Aquella tarde decidimos dar un paseo a un lugar del que había leído tantas veces. Un cartel en el camino me ayudó a recordar lo que ya había escuchado. Estaba en mi lista de los lugares que me gustaría visitar.

(Arriba fotos antes de comenzar mi aventura)

Me apresuré y le dije a mi esposo “esta oportunidad es única, no me la perderé por nada.” Arranqué un papel de mi libreta y escribí un pequeño poema y dije “quiero ser la puertorriqueña que escriba la historia allí en aquel buzón”.

(Mi papel estrujado)

Se trata de un buzón que fue colocado en la década de los ochenta, en medio de una isla llamada Isla de Pájaros (Bird Island). La playa de entrada se llama Sunset (Puesta del sol) y está en donde se encuentran el estado de Carolina del Norte con el de Carolina del Sur. Personas de todo el mundo llegan allí para sentarse, escriben cartas, poemas y mensajes inspirados por la naturaleza. Para llegar al destino hay que caminar por la orilla de la playa, al otro lado hay una reserva natural. No pueden pasar vehículos de motor, nadie puede dejar su auto estacionado más allá de las seis de la tarde. Yo había leído de que quedaba a media hora caminando. Le dije a mi esposo que fuésemos, pero el prefirió no acompañarme, e incluso me dijo que no era recomendable ir en aquel momento porque era tarde. No escuché su consejo y me fui.


Ese día me dolían las rodillas, pero no quería perderme por nada aquella experiencia. Me encontré con desconocidos en el camino y les preguntaba si sabían algo de mi destino. Una mujer que iba en bicicleta me dijo que estaba lejos, pero que la experiencia era hermosa. Tuvo la amabilidad de bajarse de su bicicleta y hablar conmigo. Confundí algo en la arena, parecía una pequeña medusa de mar a la orilla, pero según yo, lucía como una tortuga. Nos reímos de mi torpeza y ella me advirtió que si por alguna razón las encontraba, que ni me acercara, porque estaban protegidas. Y así seguimos por unos minutos hablamos de todo y de nada. Conforme pasaba el tiempo se me fue la risa. Mi extraña compañera de camino se trepó en su bicicleta y se despidió de mí amablemente, y continuó su rumbo.


Comencé a cojear fuertemente. Decidida, saqué fuerzas y continué con mi notita en mano. Noté que en lugar disminuyeron las personas y ya iban de regreso. No quería admitir mi testarudez. Me di cuenta que andaba sin identificación, sin agua, ya tenía sed y el sol pronto se acostaría. Miré atrás y no podía distinguir en lugar en donde se había quedado mi esposo. Llegaron pensamientos negativos a mi mente, “¿cómo se me ocurrió hacer semejante locura?”. De vez en cuando recordaba por donde entré, sabía que había un bote de basura color turquesa, pero ya no se veía nada de eso “¿y si se lo llevaban?”… estaría en aprietos también, en palabras de mi país: estaba frita. Comencé a pensar en diferentes tipos de consecuencias.

(Le saqué una foto a la entrada, por si me perdía...recordar)


(Llevaba más de cuarenta minutos caminando...todavía no me rendía)


Tenía que tomar una decisión: regresar o continuaba para lograr llegar a aquel trapo de buzón, al que otros llegaron y me enamoraron con su historia, y posiblemente me tendrían que buscar unos parámedicos porque ya estaba con mucho dolor. Quién sabe si me tomaba la noche allí. Ya me imaginé como en la serie de “Alone”(Solo), yo sobreviviendo a mis tonterías. Lo admito, me asusté, empecé a llorar, pero no dejaba de caminar.


Decía para mí adentros “tengo que vencer este temor, no me puede vencer el temor” pero me enfrentaba a la realidad de que si seguía caminando me quedaría en una reserva natural que claramente tenía reglas de que nadie podría estar allí más allá de las 6pm. Busqué en el mapa y me di cuenta de que aún estaba lejos, así que con lágrimas en mis ojos, y vergüenza hacia mí misma por no cumplir aquel absurdo sueño, regresé.


Por años, me obligo a vencer temores personales para crecimiento, por eso era que lloraba. Quería enviarle una foto a mi esposo contenta al lograr mi objetivo. Lo llamé, pero no había foto de alegría. Me tocó caminar otra vez las benditas millas de regreso como el perro arrepentido del chavo del ocho.


En este tiempo en que las redes sociales algunos solo publican tantas cosas irreales, de perfección y éxito, a mí me encanta hablar también de mis fracasos, porque es en medio de ellos que aprendo. Es en medio de mis debilidades que Dios se perfecciona.


La Biblia dice que Dios dejó a varios de los enemigos de su pueblo en el territorio de ellos para enseñarles a pelear. Ya habían sido libertados de la esclavitud de Egipto, pero necesitaban aprender el arte de la guerra:


“Por eso Dios dejó algunos pueblos cananeos, para que los israelitas que nunca habían combatido aprendieran a pelear.” (Jueces 3.1-5 TLA)


Ellos tendrían que aprender el arte de luchar contra sus enemigos para poder adiestrar a futuras generaciones. Dios les probó y quería conocer sus corazones. Lamentablemente ellos fueron tras lo que quisieron. No escucharon consejos y fueron nuevamente esclavizados por ocho años por un rey de Mesopotamia (Jueces 3.8-10). Tiempo perdido por no seguir el consejo de Dios e irse tras el anhelo de su corazón. No fue hasta que clamaron a Dios y el Espíritu de Dios vino sobre Otoniel y este libertó a los israelitas.


Hay sueños que tal vez son destinados para ti, pero Dios quiere enseñarte a vivir experiencias necesarias antes de lograrlos. Dios sabía que Israel no sabía el arte de la guerra, necesitaba prepararlos para luego convertirles en una nación temerosa.


Yo me fui sin preparación, movida por mi emoción egoísta, a cumplir un pequeño anhelo con una actitud equivocada (a saber cuántos puertorriqueños ya llegaron allí desde hace años y depositaron su arte en el buzón). Me fui en una hora equivocada, en una condición de salud equivocada, sin agua y sola. Si hubiese planificado ir con personas, con herramientas, tal vez una bicicleta, varias personas para hacer un camino más seguro y agradable, tal vez hubiese llegado a mi meta. No digo que no lo intentaré nuevamente, pero, uno no puede ser apresurado en la vida y lanzarse al vacío sin medir las cosas.


Ahora te invito a reflexionar. Examina tus sueños, tus decisiones, pídele a Dios que te ayude a ser paciente y a disfrutar el proceso y no menospreciar el tiempo de la preparación. Examina si es el sueño realmente de Dios para ti, escucha siempre su consejo, de esta manera asegurarás el que no tengas que pronunciar con tus labios las palabras que yo pronuncio hoy… "el día que no llegué".


~~~


“Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios. Que tu buen Espíritu me guíe por un terreno sin obstáculos.” Salmos 143:10 NVI


(foto al lado del puente de entrada)




---

Si tu deseas planificar la aventura de escribir y dejar tu cartita en el buzón de la isla de Pájaros en Carolina del Norte, aquí te dejo un enlace. Cuando regresé a buscar mi auto conocí a un residente de la comunidad quien vive allí por más de veinte años, me dio varios consejos y te los comparto.


1. Aunque en algunas páginas leí de que uno llegaba en media hora, todo depende de cuan rápido puedas caminar. Yo caminé por una hora y no llegué. Y aunque muchas páginas te dicen que es 1 milla, una militar que llegó, nos dijo que posiblemente eran mucho más que eso.


2. Lleva agua, sillas para descanso si no tienes una condición física adecuada. Puedes llevar bicicleta. Si deseas lleva alimentos, pero acuérdate mantener la naturaleza libre de desperdicios y no lo dejes allí.


3. Si ves una tortuga déjale caminar libre.


4. No hay estacionamiento público, el lugar en donde uno tiene salida hacia la playa, es al frente de algunas casas. Si no mueves el auto a la hora estipulada (6pm), te lo remolcan y te multan.


5. Es una reserva natural lo que significa que hay animales y plantas protegidos federalmente, y sí, hay lagartos (no sé a cuántos les ha sorprendido alguno) pero si te los encuentras no los saludes. Si caminan a tu dirección, camina o corre en forma de Z. Quiera Dios que si te los encuentras hayas hecho la paz con tu Creador. Para ser honesta leí una noticia del 2021 en donde encontraron un lagarto de 9 pies (no es broma) hubiese leído esa noticia, no sacaba tanta valentía para irme solita a caminar.


6. Si llegas al buzón (Kindred Spirit mailbox) saca fotos y las posteas aquí, me dará alegría de que llegaste, algún día yo también lo lograré si Dios así me permite. Que disfrutes tu aventura.




Gracias por leerme…hasta la vista.

¡No sabes cuanto te ama Dios!



Aixa Mariely Rodríguez



 
 
 

Comments


© 2023 by Train of Thoughts. Proudly created with Wix.com

bottom of page